Al hablar de hongos en los pies siempre se nos viene a la cabeza la imagen de una enfermedad relacionada con la falta de higiene, lo que no sabemos todos que el factor principal para la aparicion de dicha afección es la inestabilidad del sistema inmunológico. En la mayoria de los casos las enfemedades aparecen por razones emocionales o psicológicas, el estrés y un ritmo de vida acelerado son las principales razones.
El verano es la estación más apropiada para la aparición de los hongos pero, al contrario de lo que pensamos, no es por las piscinas o baños públicos, es por el mal trato o descuido que les damos a nuestros pies. El calzado descubierto y los continuos baños, entre otros, hace que se debilite el sistema inmunilógico.
Los primeros síntomas de un hongo son fácilmente vislibles, suelen aparecer pequeñas grietas entre los dedos, acompañadas de mucho picor. También puede extenderse por la planta o el talón, apareciendo también zonas blanquecinas y escamaciones. Suele haber cambios también en la sudoración del pie e incluso un olor más desagradable.
Las uñas también suelen ser un buen blanco para estos parásitos, en estos casos puede ser más dramático, visualmente hablando. Una uña afectada por un hongo sufre muchos cambios, el principal es el cambio de textura, se vuelve más blanda, pierde el tacto liso y cambian de color, en algunos casos se pueden desprender.
Lo más importante es ante la aparcioón del mínimo síntoma acudir al especialista. No se trata de graves enfermedades ni muy contagiosas, pero suelen ser bastante molestas. El tratamiento suele ser sencillo pero hay que ser muy constante y paciente.
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