miércoles, 7 de mayo de 2014

Quiérete, un ejercicio de amor

Hoy propongo un ejercicio que yo suelo practicar de vez en cuando y me gusta bastante. Acostumbramos a hacer las tareas cotidianas sin pararnos un segundo, como si fuésemos máquinas en una gran cadena de producción. A veces es muy importante parar un momento y apreciar lo que tenemos delante, nos acompaña todo el día y no le damos nada de importancia.

Un día cualquiera de esos que te quedas mirando al espejo pensando, mira cómo soy, cómo pasaron los años. Practica este ejercicio. Mira detenidamente cada milímetro de tu cuerpo, tu cara, tu cabello, el cuello, aprecia lentamente cada parte de tu cuerpo, esa cicatriz que te hiciste cuando te caíste de la bici, las pecas que salieron con el sol, esas arrugas que te salen al sonreir. Tu cuerpo es como un libro, un libro escrito en un lenguaje que hay que saber descifar, si consigues descifrarlo descubrirás un mundo que creías que jamás existió. Aprecia cada parte de ti como si fuera un tesoro.

Reflexologia podal Quiérete, un ejercicio de amor

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