La duración de la cura de frutas y la cantidad a tomar dependerá de la persona. Lo más habitual son entre tres y cuatro días y la cantidad variará entre dos y cuatro kilos de fruta, repartidos en varias comidas. La fruta más recomendad es la de temporada, siempre fresca y bien lavada, es recomendable comerla con cáscara siempre que sea el caso. Todas las frutas jugosas son recomendables. Hay que tener en cuenta no mezclar frutas ácidas con dulces en una misma comida, ya que esta mezcla es más difícil de digerir.
Existen variantes, como hacer una cura de frutas de un sólo tipo, también se pueden mezclar frutas y verduras, o hacerla de zumos de frutas, verduras o mezclados. Todo ello dependerá del gusto de cada uno. Son muy conocidas las curas de fresas o cerezas en primavera y también de uvas en otoño.
Rápidamente notaremos sus beneficios los más visibles se mostrarán en la piel y el cabello gracias a las propiedades rejuvenecedoras de la fruta, también sentiremos otros beneficios como un organismo más limpio y desintoxicado.
Esta cura es muy recomendada para determinadas enfermedades como pueden ser la acidez de estómago, enfermedades crónicas del sistema digestivo, enfermedades del hígado, de riñón, acidez en la sangre, obesidad, enfermedades de corazón, de la piel...
Un consejo muy importante es acompañar esta cura con mucha agua, el uso de tisanas depurativas nos ayudará mucho con la retencion de líquidos.
Después de una cura de frutas el organismo se sentirá más relajado y rejuvenecido. Espero que esta cura os ayude a mejorar vuestra salud y a llevar un vida más sana y equilibrada.
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