miércoles, 29 de agosto de 2012

Los Pies y el Verano

En verano con las altas temperaturas y los cambios de zapato hace que los pies se vuelvan más vulnerables. El cambio a zapatos descubiertos hace que nuestra piel se reseque mucho más y aparezcan más durezas, por ello debemos prestar un poco más de atención a los pies.


Para sentirnos más descansados debemos hidratarlos siempre que podamos, según el pie lo necesitará más o menos, para ello usaremos cualquier crema hidratante que tengamos en casa o aceite. Y será mucho mejor y más gratificante acompañarlo de un suave masaje, nos sorprenderemos nosotros mismos.

Debemos aprovechar y andar descalzos siempre que podamos, mucho mejor si lo hacemos en la orilla de la playa. Al caminar descalzos el  pie se mueve libremente sin ataduras, fortaleciendo musculatura que no se usa al usar calzado. Lo mejor es caminar sobre terrenos no duros, como es la arena de playa, dichos terrenos hacen que el paso sea más suave, es decir, que esté ligeramente amortiguado evitando lesiones en rodillas y caderas. Además al caminar por la orilla de la playa las durezas de los pies se ablandan y liman, haciendo un exfoliado totalmente natural.

Para los que no disponen de playa cercana pueden aprovechar el campo, dar agradables paseos. El calzado tiene que ser cómodo y transpirante, usar calcetines de algodón para evitar humedades. Después del ejercicio es recomendable ventilar los zapatos para secar las posibles humedades.

Cuidarnos y querernos un poco más es muy fácil y no nos llevará mucho tiempo, además nos lo agradeceremos a nosotros mismos.

Los pies y el verano, Reflexología Podal en la Sierra de Cádiz

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