Cuando pensamos en una terapia directamente la asociamos con adultos y grandes enfermedades o dolencias, sin darnos cuenta que con muy pequeños gestos podemos obtener muy grandes beneficos tanto para nosotros como para las personas que nos rodean. En casi todos los entornos familiares tenemos niños, esas pequeñas personitas que enferman constantemente y nunca conseguimos saber qué es lo que les sucede exactamente. Pues aquí os cuento un secreto la Reflexología Podal puede ser ese gran remedio deseado por todas las madres y padres.
Llegamos a la gran pregunta, ¿se le puede aplicar Reflexología Podal a un niño? Pues sí, pero como todo, de una forma consciente y de acuerdo con sus necesidades. Los niños no son conscientes que se les está aplicando una terapia o remedio así que debemos hacerlo de forma que sea amena, cómoda y en ningún momento se sienta presionado u obligado. Para ello podemos introducirlo como parte de los juegos o incluirlo en parte de la rutina diaria antes del baño o de dormir. En muy poco tiempo notaremos los efectos que serán favorables tanto para los niños como para las personas que vivimos en el entorno.
Otra gran pregunta que nos surge es ¿quién es la persona indicada para aplicar la Reflexología Podal a los niños? La respuesta es la más sencilla del mundo, los padres o los familiares más ceranos, siempre siguiendo las directrices de un profesional. Es más sencillo de lo que podemos pensar de hecho en algunos paises asiáticos los niños saben Reflexología Podal, se les inculca en el ambiente familiar desde muy pequeños, forma parte de su vida natural.
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