domingo, 13 de mayo de 2012

Cada paso es importante

 Es cierto que por mucho que nos avisen siempre creemos que vamos por el camino correcto hasta que ocurre algo que nos demuestra lo contrario.

Yo nunca fui una persona excesivamente deportista, aunque me cuido bastante, el deporte no formaba parte de mi vida activamente. Durante un tiempo decidí ir a correr y
ahí me di cuenta de que no disponía del calzado adecuado. Me compré unos zapatos de running, pensando en economizar los busqué de los más baratos siempre que se ajustaran a mis condiciones. Cuando los usaba me sentía como flotando, mi cuerpo pesaba menos y mis pasos se hacían más ágiles.

Después de un par de años de uso se han deteriorado un poco, a simple vista son relativamente nuevos pero cada vez que los uso ya no me siento flotar. De hecho han empezado a hacerme daño en un dedo. Pues resulta que después de un agradable día de paseo por el campo me hice una pequeña pompa, la pompa era lo de menos, lo más importante era que a cada paso que daba mi dedo estaba dolorido y se encogía un poco. Esto hizo me hizo incluso cojear a la vuelta del paseo. Cuando lo ví al llegar a casa no me pareció gran cosa pero cierto era que ya me dolía todo el pie.

En los días siguientes ni me acordé del pie pero lo que no estaba bien para nada era mi hombro y parte de mi espalda. Otra vez de nuevo hice caso omiso pensando que era causa de una mala postura al dormir. Por rutina me estaba poniendo crema en los pies y el derecho (el de la rozadura) no estaba bien del todo, de hecho me dolía mucho al tocarlo. Entonces fue cuando relacioné "el dolor que tengo en el hombro es del pie". Me masajeé un poco durante un par de días se me quitó todo. Aún recuerdo cuando me compré los deportes y una voz me dijo: "esos están bien, pero si yo fuera tú me compraría unos mejores".

Con esto aprendí lo importante que es cuidar cada paso que doy, todas las cosas influyen por muy pequeñas que sean.

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